Chriss Benitez

Washington otorga sentencia condicional de 90 días a Huawei

Washington otorga sentencia condicional de 90 días a Huawei

Arriesgando traicionar alguna improvisación en la forma en que castiga a Huawei, la Administración de Trump está revisando algunas de las prohibiciones impuestas el jueves pasado a los proveedores chinos de equipos telefónicos chinos Huawei.

El impacto inmediato y radical de la lista roja de Huawei por parte del Departamento de Comercio fue probablemente subestimado. Para evitar un deterioro del servicio a los millones de estadounidenses que dependen de las redes de tecnología o teléfonos inteligentes de Huawei, Wilbur Ross, el Secretario de Comercio, otorga una excepción al régimen de sanciones por un período de 90 días. Hasta el 19 de agosto Huawei tiene finalmente permitido comprar equipos y componentes a sus proveedores de Estados Unidos para mantener el buen funcionamiento de las redes existentes.

Por lo tanto, es solo un indulto, es probable que se renueve si es necesario. Su objetivo es reducir al mínimo el riesgo de “errores” para los clientes estadounidenses de Huawei. Google, por ejemplo, podrá suministrar por tres meses a los titulares de smartphones Huawei con actualizaciones de su sistema operativo Android. Sin embargo, la excepción no se aplica a las nuevas redes de equipos Huawei.

El gigante chino no está nada agradecido por este gesto. “En este momento, las acciones del gobierno de los EE. UU. Subestiman nuestras capacidades”, dice Ren Zhengfei, el fundador de Huawei. Esta última sostiene que la empresa de Shenzhen, acusada de producir equipos que facilitan el espionaje por parte del gobierno de Beijing, había anticipado las sanciones de los Estados Unidos y había hecho los arreglos necesarios para proteger a sus clientes.

Queda la cuestión de la señal política enviada a Pekín mediante este improvisado indulto. Es difícil negar que la Administración Trump esté intentando explotar un caso de espionaje en el contexto de negociaciones comerciales mucho más amplias.

Muchos funcionarios del Congreso temen que, como el año pasado para el caso comparable que involucra a otro gigante de telecomunicaciones chino, ZTE, Donald Trump sancionó a Huawei solo para después salvarlo. Al regresar en julio de 2018 a sanciones radicales que impidieron que ZTE desde abril de 2018 se abasteciera en los Estados Unidos, el presidente quiso mostrar su buena voluntad a su contraparte china.

Desterrar a una compañía del mercado de los Estados Unidos para darle un respiro después sería un gesto destinado a mostrarle a Beijing que Donald Trump sabe cómo hacer concesiones a cambio de aceptar concesiones recíprocas en el acceso al mercado chino. Tales cadenas pueden parecer grandes, incluso de parte dell “rey del trato”.

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